El habano. Un hábito común entre los viejos y exitosos. Un símbolo de sofisticación y poder, que causa un efecto muy distinto al de un simple cigarro. Muchas veces ni son asociados el uno con el otro, porque a diferencia del cigarrillo común, se utiliza en eventos selectos, en donde un buen whisky o un brandy es su mejor acompañante.
Para el espectador común, la elección y el cuidado de un habano parece un especie de arte, que solo puede ser aprendido con años de experiencia. Pero para aquellos que no pretenden ser fumadores profesionales, y lo que buscan es saber cómo disfrutar un tabaco esporádico, te traemos unos datos para que metas la pinta:
La anatomía:
Asumiendo que por lo menos sabes diferenciar la boquilla de la perilla (dato: la boquilla no es la que se fuma, se enciende), el habano está conformado por varios tipos de hojas, y cada uno de ellos cumple una función diferente:
- Tres para el sabor: El volado, el seco y el ligero conforman la tripa, que es la fuente de los sabores y aromas del tabaco. En muy pocos casos se mezcla una cuarta hoja llamada Medio Tiempo, esta brinda un sabor hasta más fuerte que los demás, y no se suele conseguir en tu habano común.
- Una para la estructura: El capote es la hoja que envuelve a la tripa. Esta hoja define la forma del habano, pero también le da un toque de calidad.
- Otra para la vista: La última hoja utilizada es la capa. Esta es una hoja fina y elástica que se utiliza para formar la superficie exterior del habano. Esta también le añade sabor al producto final.
El cuerpo:
Necesitas considerar el tipo de sabor de habano que vas a fumar. Existen distintos cuerpos, desde ligeros, hasta muy fuertes. Te aconsejamos empezar con uno de menor fortaleza. Y para aquellos que ya están familiarizados, recuerda que el mejor cuerpo lo encontrarás mientras más tiempo tengas. Porque un Habano de tripa larga está creado para intensificarse a medida de que se fuma.
El tamaño:
Debes considerar el tamaño. Más que por preferencia, el tamaño del habano debe ser proporcional al tiempo que tienes para fumarlo.
Datos importantes que recordar:
- Nunca, y digo nunca, debes confundir a un puro con un habano. Los habanos son únicamente los tabacos puros elaborados 100% en Cuba.
- No olvides detallar la capa del habano. Es importante que la superficie del tabaco sea de un color uniforme y que esté perfectamente colocado sin ranuras. Recuerda que la capa cumple un papel en el sabor del habano, y no debe estar descuidado.
- Utiliza tus sentidos. Palpa, huele y observa bien el tabaco que vayas a comprar. Existen infinitos sabores de puros y treinta y dos tipos de habanos. Si te gusta el aroma, es más probable de que te guste el sabor.
- No olvides cuidar tu salud. Los habanos contienen nicotina, si fumas más de la cuenta, estarás expuesto a ser adicto.
Con estos datos ya deberías estar listo para disfrutar de tu habano.